"Kamikaze" es un viaje emocional que transita entre la fragilidad y la furia, entre la rendición y la resistencia. Es un disco sobre el peso del mundo, el amor que quema, la rabia contenida, la pérdida y, finalmente, la necesidad de romper, bailar y sobrevivir.
Cada canción es un capítulo de un proceso de desgarro y reconstrucción: del ahogo al estallido, del miedo a la liberación.
El título —Kamikaze— funciona como una metáfora perfecta del todo: lanzarse sin red, con el corazón por delante, aun sabiendo que puede doler o destruirte. Todo el álbum respira esa tensión entre el impulso y el abismo
"Kamikaze" ha sido compuesto por DECODE y coproducido entre la banda y Edu Molina (Hermana Furia, SCR). Mezclado y grabado por Edu Molina en Garlic Records en 2024 y masterizado por Pedro Viñuela.
1. El mundo sobre mí
Abre el disco con el peso del colapso. Es una canción sobre la presión externa —expectativas, juicios, ansiedad— y la necesidad urgente de gritar “¡basta!”. Es el punto cero del viaje: la protagonista intenta sostenerlo todo, pero se empieza a romper.
2. Kamikaze
El corazón del disco. Amor adictivo, peligroso y embriagante. La atracción es irresistible, aunque duela. Representa la caída: la entrega al caos emocional. “Contigo es lanzarse sin la red”.
3. Arde
Pasión pura. Aquí el deseo se vuelve fuego: la unión total y el vértigo de sentir demasiado. Es el instante en que se confunden el placer y la pérdida de control.
4. Forajido
Rabia, traición, venganza. Toma la fuerza del western emocional: herida, pero desafiante. Es la fase de pelear contra quien hiere, de reclamar el poder propio.
5. Todo se apaga
Una elegía. Representa la muerte simbólica —de una relación, de una parte, de uno mismo—. Es introspectiva y devastadora: “Es mi funeral”. La aceptación del final.
6. Es cruel
La figura del amor tóxico se vuelve casi un personaje mitológico. Es la encarnación del deseo peligroso. Ironía, desengaño y lucidez. Aquí el tono se vuelve más ácido y crítico.
7. Figuras de papel
Profundiza en la raíz del dolor: la infancia, la falta de apoyo, los huecos emocionales que nos construyen. Es una de las letras más personales, un ajuste de cuentas con el pasado.
8. Mi muralla
Después del daño, la defensa. Levantar muros, protegerse. La contradicción entre querer ser amada y no permitir que nadie entre. “No hay dios que pueda entrar en mi alma”.
9. No puedes saber
Vulnerabilidad oculta tras una máscara. Habla del miedo a mostrar la herida y del deseo de desaparecer. Es la confesión más íntima, pero también una rendición elegante: “Puede que me oculte tras un antifaz, para aparentar”.
10. Hasta que amanezca
Cierre catártico. Es el renacer: una canción de liberación, de rebelarse contra la rutina, de bailar sola y gritar que aún se puede vivir. La noche se convierte en una forma de resistencia.
El disco termina en movimiento, no en silencio.
“KAMIKAZE” es un viaje emocional al borde del colapso y la libertad. Un disco donde el amor, la rabia y la tristeza se entrelazan hasta arder. A lo largo de sus diez canciones, la protagonista atraviesa la ansiedad, la adicción emocional, el duelo y la reconstrucción, para terminar, bailando sobre sus ruinas.
Con un sonido que se mueve entre el rock alternativo y el pop visceral, Kamikaze es un grito contra la presión, una carta a los amores imposibles y una declaración de independencia emocional. Cada tema es una batalla interna, un capítulo de supervivencia.
Desde el peso asfixiante de El mundo sobre mí hasta la liberación feroz de Hasta que amanezca, el álbum traza una línea que va del caos a la catarsis. Es la historia de alguien que cae mil veces, pero siempre elige levantarse —aunque sea con las manos ardiendo.
“KAMIKAZE” no es solo un título: es una manera de sentir. Lanzarse sin red, con el corazón como única brújula.
Próximo concierto: Madrid- Sala El Perro- Viernes 21 noviembre - 21.30h
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