Hemos visto crecer y casi nacer a Niña Polaca. Nos atrapó desde el primer minuto cuando sacaron “De la línea diez al sol” Un disco que por encima de la calidad de grabación, no era de estudio, tenía esa esencia tabernera y underground que dotaba de una inmensa personalidad la propuesta musical de esta banda. El disco crea atmósferas de garito oscuro lleno de humo con la banda tocando en un rincón medio iluminado del cualquier antro escondido de una gran ciudad
Luego llegó el segundo disco, “Asumiré la muerte de Mufasa”, toda una incógnita la evolución que tomaría la banda, Los singles que veían la luz, hacían presagiar que sería un gran disco. La voz de Surma, una de las mejores del panorama actual, es garantía de que cualquier propuesta tendrá el nivel optimo para ser escuchado.
Si bien en el primer disco, “De la línea diez al sol”, el algoritmo se alimentó de algunos de sus temas “Madrid sin ti” En este segundo disco “Asumiré la muerte de Mufasa”, se intentó alimentar al algoritmo. Pero esta banda tienen una propuesta tan potente que hasta cuando alimenta al algoritmo hace grandes temas. El que fuera más comercial y más luminoso no impidió que salieran grandes himnos en ese disco.
Recuerdo su directo en la Pérgola de Valencia, ciudad muy presente en los temas de su último disco.
Un domingo por la mañana en un lugar emblemático de la ciudad, al lado del puerto, al aire libre. La banda, pese al horario, hizo un gran y potente directo, era la demostración, en aquel momento, que además de la personalidad de la voz de Surma había grandes músicos. Sandra, Beto, Kobe llenaban el escenario en todos los sentidos. El foco y el carisma de Surma ilumina tanto que si no sigues de cerca a la banda no ves iluminar otros focos El carisma de Sandra interactuando con el público iluminaba el escenario. Beto, que se mueve muy bien en un segundo plano pero es una pieza fundamental de la banda. Que la soledad de los baterías en los escenarios no eclipse a Kobe.
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El tercer disco de la banda, “Que adoren tus huesos”, sin Sandra y con nuevas incorporaciones de ex miembros de Muro María, volvía a ser una incógnita de cómo sería la evolución. Una vez que ha visto la luz, podemos decir que es difícil de etiquetar. Posiblemente sea un disco de singles o de temas sueltos como la industria obliga. A diferencia de los dos discos primeros que las canciones, en su conjunto, mantenían la esencia de “la parte por el todo” de un disco. Aunque la primera parte del disco, con los singles publicados y con algún descubrimiento, mantiene una línea, por contra, hay experimentación y riesgo con grandes contrastes entre temas.
Con “Lo que yo te he querido (pretérito imperfecto)”, el primer single del nuevo disco, nos saltaron todas las alarmas. El cambio de sentido al pop más clásico era más que evidente, Los sintes entraban en la ecuación de la propuesta musical y esto mermaba parte de la personalidad inicial de la banda. Teníamos que esperar nuevos temas para determinar si esta era la línea, definitiva o puntual, del nuevo disco. Luego llegaron “Mucho tiempo contigo” o “Los días malos” y recobramos la fe ciega. Dos de los temazos del disco.
“Caballo”, siendo un tema destacado del disco, empieza musicalmente como si de una jota se tratara. “Mejor sin ti”, con la voz de Surma, casi como un susurro, nos traslada a la música de cantautor de los 70 para que posteriormente, en el siguiente tema, aparezca “Alfredo el Canallita” El contraste es total. Otra de las estridencias o genialidad del disco es “Interludio” el penúltimo tema del disco, un tema instrumental de 27 segundos que choca frontalmente con el estilo del último tema del disco “Pollo frito” cantado por Sandra, ex miembro del grupo, miembro de Ginebras. Una canción que cierra el círculo del paso de Sandra por la banda al más fiel estilo Grasias (su nombre en su carrera en solitario)
Se echa en falta la canción de Beto como en los dos discos anteriores y que tanto éxito tuvieron. A excepción de “Alfredo el canallita”, donde tiene presencia vocal, está lejos de las canciones de los anteriores discos. Por otro lado, hay una canción “Invierno de mierda” cantada por Claudia con los coros de Surma, el único aspecto que hace no pudiera ser una canción Muro María
En resumen, la banda, con nuevos miembros y con disco nuevo, pega otra vuelta de tuerca a su propuesta musical alejándose de esos principios tabernarios y underground. Nos tendremos que conformar con la esencia de sus principios y abrir la mente a propuestas distintas y arriesgadas. Con la garantía de que siempre habrá un puñado de grandes temas en cada disco. Lo que no hay duda es que son unas de las bandas más en forma del panorama actual