SATÉLITE MENOR: “Canción Insana”, dreampop más allá de la nostalgia

Satélite Menor se inicia en el 2016 con la intención de explorar temáticas alrededor de la idea de ciudad y la psicología, acompañadas de atmósferas sonoras que toman elementos del dreampop y el indie. En el 2018 publican el EP “Tímidas formas de convivencia” bajo la producción de Daniel Quiñones y el sello catenaria discos (Lima – Perú), resaltando canciones como “Promesas” o “Días nuevos”. La buena recepción del EP le dio un nuevo impulso a la banda y comenzaron a explorar colaboraciones. A fines del 2019 publican “Abrigo” y a inicios del 2020 “Poderes Fácticos”, ambas canciones en colaboración con la artista . Para esta etapa eligieron un camino intimista y a la vez político en sus letras, bajo la simpleza de un sonido acústico.

Definen su música como de origen melódico, elaboración artesanal y de intención conceptual. En agosto publicaron "La distancia nos hizo bien" y en octubre "Cayendo lento" a modo de adelanto del disco que que finalmente se estrenó en noviembre: Sistemas Inferenciales (7 canciones)

En septiembre del 2021 estrenó “La Ocasión” un adelanto del próximo trabajo. “Canción Insana” es el segundo adelanto del próximo disco de Satélite Menor tras La Ocasión, producido por Daniel Quiñones y editado por Catenaria Discos desde Lima, Perú


Un viaje en el tiempo añorado e imposible. Satélite Menor vuelve con una nueva lanza dreampop, esta vez con el sentido sencillo Canción Insana, para seguir erizando la piel de sus fans americanos y españoles. Otra joya escrita desde el dolor y la nostalgia más sincera.

Canción Insana habla de las miradas al pasado, yendo más allá de la nostalgia, con la pretensión de que las cosas se pudiesen dar de otra forma. Que en un viaje en el tiempo uno pudiera haberlo hecho mejor. Hablando nítidamente de una relación amorosa, la canción es como un conjunto de fotografías, una llamada desesperada, un momento de debilidad.

El sonido es una muestra más del dreampop con preeminencia de la electrónica, adornado con bases acústicas, una marcha angustiosa y solmene para dar vida a una especie de conversación íntima. Resaltan los teclados, incluso en el solo de piano para entrar a la última parte, donde se repite la frase final.

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